sábado, 26 de mayo de 2012

OTRO AÑO CON LAS MANOS VACÍAS

ALMAGRO 2 – PLATENSE 0 (Farías, Figueroa –pen.-)
Hasta la última fecha fue así. El sufrimiento por saber si el Tricolor clasificaba al reducido se estiró al final del torneo. Y al igual que el año pasado, nos quedamos afuera por un gol.
Es difícil hacer un mea culpa de donde o cuando se perdió la clasificación. Luego de la victoria contundente, sin inconvenientes, ante un Platense alternativo que tenía la cabeza en su choque ante Brown (Adrogué), muchos de los presentes en el estadio de Almagro apuntaban a la sospechosa derrota de los vecinos ante Acassuso, que impidió que el conjunto de Trípodi esté disputando un ascenso luego de 7 años. La última vez que Almagro peleó algo importante fue en el Apertura 2005 de la Primera B Nacional, cuando cayó la última fecha con Unión, en Santa Fé, y Godoy Cruz fue el campeón. Después de eso siempre flojas campañas, incluidas dos descensos y una Promoción por no bajar a la C.
Pero el Tricolor no perdió la clasificación por culpa de los pingüinos. No se tienen que acreditar tal logro (si se puede considerarse así, ya que parece mas un acto de cobardía). Es que Almagro fue muy irregular durante todo el certamen y aunque obtuvo grandes triunfos como ante el campeón Sarmiento, vencer a equipos que están en el reducido como Platense, Nueva Chicago, Brown (Adrogué), Comunicaciones o golear a domicilio al escolta Colegiales. El desequilibro lo tuvo al desperdiciar muchos puntos que en la previa eran accesibles.
Caídas como local ante Villa San Carlos, Deportivo Armenio y Flandria. Además de los puntos que se escaparon en los momentos que se estaba obligado a ganar para tener pretensiones como fueron los empates contra Comunicaciones, Temperley y San Telmo o las derrotas ante Sportivo Italiano y Tristán Suárez.
No hay que olvidar que durante esta temporada pasaron cuatro entrenadores: Alejandro Méndez, Eduardo Rizzo, Mario Finarolli y ahora Diego Trípodi. Donde las salidas de Méndez y Finarolli fueron bastantes conflictivas.
Llegará el momento de hacer una pausa. De mirar hacia adelante. No solo los que están a cargo del futuro de Almagro, sino todos los que integramos esta familia Tricolor. Dejando de lado las diferencias y pensando en lo mejor para nuestro querido club.
Si bien es más que importante la recuperación institucional, también es fundamental recuperar el prestigio futbolístico que tanto nos costó ganarnos. Porque si no actuamos, lamentablemente nos transformaremos en un equipo mas de la Primera B, una categoría que no merecemos estar.

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